EPA (ÁCIDO EICOSAPENTAENOICO)

Está comprobado que el pescado de aguas frías contiene gran cantidad de ácidos de plurirradicales no saturados del grupo Omega 3 de alto contenido en ácido eicosapentaenoico (EPA)

Estos ácidos grasos se encuentran en la cadena alimentaria de los peces marinos, concretamente en el plancton y en las zosteras.

El metabolismo de los  peces de aguas frías y profundas precisan de estos ácidos grasos para mantenerse vivos, fuertes y flexibles en un entorno de frío intenso.

En el caso de los seres humanos, el ácido graso Omega 3 más adecuado para su metabolismo es el EPA cuya estructura bioquímica es importante para muchas funciones orgánicas en el cuerpo humano. Importante su presencia en las membranas de todas las células del organismo y en las estructuras de muchas hormonas y proteínas.

Los ácidos grasos Omega 3 son los precursores de las prostaglandinas, sustancias de alto poder antiinflamatorio, también son los responsables de una correcta fluidez sanguínea y del mantenimiento del equilibrio entre el colesterol de baja densidad (LDL) también conocido como colesterol “malo” por su capacidad de obstruir las arterias, y el colesterol “bueno” (HDL) que las mantiene libres de oclusiones. Por tanto, evita el riesgo de padecer infarto y de padecer de hipertensión.

Los ácidos grasos Omega 3 intervienen también en la mejora de enfermedades inflamatorias reumáticas y también en cierto tipo de dermatitis crónicas.

El EPA interviene como freno del ácido arachidónico contenido en las carnes y que causa frecuentes dolencias del tipo reumatoide inflamatorio y rigidez en las articulaciones.

El consumo frecuente de Omega 3 actúa como remedio eficaz contra todo tipo de molestias del tipo articular y reuma ayudando a mantener las articulaciones más flexibles.

Debido a que el EPA es muy reactivo a la oxidación, es conveniente consumir paralelamente una cierta cantidad de vitamina E de alto poder antioxidante para contrarrestar los efectos oxidativos.

DHA (ÁCIDO DOCOSAHEXAENOICO)

Este ácido graso contenido en los Omega 3 es especialmente recomendado para las mujeres embarazadas para prevenir anomalías como preclampsia (hipertensión durante el embarazo), partos prematuros, depresión perinatal y problemas en los niveles plasmáticos eritrocitarios. Una dosis recomendada de DHA durante el embarazo no debería bajar de los 300 mg diarios con ello favorecemos el desarrollo cognitivo en el feto.

Durante la lactancia mejora las defensas del recien nacido eliminando riesgos de alergias e infecciones.

En mujeres con problemas asociados a la menopausia se experimentan mejoras sustanciales en los síntomas de sofocos y depresión.

Durante las primeras etapas de la menopausia se experimenta una acusable disminución de la masa ósea y aquí la acción de los Omega 3 es esencial porque inhiben la actividad de los osteoclastos favoreciendo simultáneamente la actividad de os osteoblastos para favorecer la producción de nuevo hueso.

El DHA es el principal lípido de las estructuras celulares del sistema nervioso central.

CONTENIDO POR CAPSULA

• 35% EPA (ácido eicosapentaenoico)
• 25% DHA (ácido decosapentaenoico)

DOSIS BÁSICA RECOMENDADA

2 perlas al día tomadas durante la comida

PRESENTACIÓN

Envase con 100 perlas de 1000 mg.